El inicio del ciclo escolar en Córdoba se vivió con calma, aunque con un desafío claro para las secundarias generales: abatir el alto índice de reprobación que cada año afecta a gran parte del alumnado, además de las faltas que se presentan a finales del año escolar, siendo el último mes en el que los jóvenes al ver seguro que pasaron el año empiezan a faltar.
En la Escuela Secundaria de Artes y Oficios (ESAO), el director Ignacio Domínguez Muguira explicó que el objetivo para este periodo es disminuir en un 20 por ciento los casos de reprobación, un problema que se agudiza porque los estudiantes suelen reprobar varias materias y esto eleva las estadísticas.
La institución arrancó el ciclo con una matrícula cercana a los 911 alumnos, entre ellos 320 de primer grado, y todavía se espera recibir a jóvenes que no alcanzaron a inscribirse en las fechas establecidas.
Carencias que persisten
El director reconoció que, pese a iniciar el ciclo en orden, la escuela enfrenta necesidades urgentes. Entre ellas, el techado de la entrada, pues durante las lluvias los estudiantes quedan expuestos.
Domínguez Muguira adelantó que la Secretaría de Educación ya autorizó la entrega de 250 pupitres, lo cual ayudará a sustituir los muebles más desgastados. A ello se suma la gestión pendiente para la impermeabilización de aulas, una demanda apremiante ante la falta de recursos propios para cubrir este tipo de obras.














