A pocos días de concluir la temporada de graduaciones escolares, padres de familia han expresado su inconformidad por los elevados gastos que este año implicaron las ceremonias, especialmente por las temáticas impuestas en algunas instituciones educativas.
Escuelas de nivel preescolar y primaria implementaron salidas con temas como “ficción” y “circo”, lo que derivó en que los tutores tuvieran que invertir en disfraces, decoraciones y detalles especiales para sus hijos. A esto se suman los populares arreglos personalizados con peluches de personajes de moda, como Snoopy, capibaras y otros muñecos que ahora se conocen como “graduados”.
Dichos arreglos tienen precios que oscilan entre los 300 y 400 pesos, mientras que los globos pintados a mano pueden llegar a costar hasta 500 pesos. Esto, sin contar el vestuario, maquillaje, peinados y la logística para asistir a las ceremonias y eventos posteriores.
Frente a esta situación, algunas familias optaron por alternativas más sencillas, como los arreglos florales tradicionales y un desayuno en casa o en pequeños restaurantes con los parientes más cercanos.
Aunque las graduaciones representan un momento emotivo para estudiantes y padres, cada vez son más los que consideran que se ha desvirtuado su esencia. Lo que solía ser una ceremonia sencilla de cierre de ciclo escolar, se ha convertido en una competencia de producción y gasto, dejando de lado el verdadero significado del logro académico.