Luego de que se diera a conocer que un joven rompió los cristales de la Tesorería para sustraer documentos de las oficinas ubicadas en el Palacio Municipal, y ante el hermetismo de las autoridades, #PoliticaEnRed buscó a la tesorera Rosa María Velasco Ramírez para que emitiera un informe.
Sin embargo, al llegar a las oficinas, la funcionaria arremetió contra un policía, regañándolo y cuestionando por qué había permitido el acceso de reporteros. Al percatarse de la cámara, desesperadamente huyó sin emitir declaración alguna.
A Velasco Ramírez, se le investiga por presuntos malos manejos de recursos públicos, pues no ha podido justificar más de 50 millones de pesos, según una auditoría externa realizada hace unos meses. Dicho proceso no pudo concluirse porque fue suspendido de manera unilateral por funcionarios señalados como parte de esta red de corrupción. Para muchos ciudadanos, lo sucedido ayer sería parte de una estrategia para encubrir las irregularidades y evitar futuras denuncias.
Desde el primer año de la administración, la Tesorería a cargo de Velasco Ramírez ha estado en el ojo del huracán. Se le acusa de haber utilizado su cargo para enriquecerse de manera ilícita, apropiándose de recursos generados por festivales, ferias, servicios municipales —como baños públicos y permisos de comerciantes—, sin transparentar su manejo.
Los ingresos provenientes del rastro municipal, que representan cantidades millonarias, tampoco cuadran en los registros oficiales. A esto se suman recursos de comercio que, de acuerdo con estimaciones, superan los 30 millones de pesos anuales sin ser reportados con claridad.
La llamada cúpula del renacimiento en Córdoba también ha sido señalada por gastos excesivos cargados al erario. En este contexto, la tesorera ha sido criticada por financiar viajes de lujo al extranjero para su hija, Maricarmen, quien presume estas actividades en redes sociales, pese a que su salario no justifica tales lujos.
Hoy, la funcionaria pasó de ser una ciudadana común a una acaudalada empresaria. Junto con su esposo, posee una flotilla de taxis y terrenos rentados al propio Ayuntamiento.
La exigencia ciudadana es clara: que se reúnan las pruebas necesarias para presentar una denuncia sólida y evitar que estos funcionarios sigan burlándose de los cordobeses. La Tesorería municipal atraviesa su momento más crítico, y la población espera que caigan quienes han saqueado las arcas públicas de manera indiscriminada.














