Al menos 543 mil veracruzanos laboran jornadas que exceden el límite legal de 48 horas semanales, una práctica que contraviene la Ley Federal del Trabajo y que refleja las condiciones precarias en las que opera buena parte del sector productivo del estado. Así lo revela la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI.
En este contexto, la propuesta de reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales ha generado preocupación entre pequeñas y medianas empresas (PyMEs), especialmente en el sector turístico, donde el 70% de los negocios consultados ha manifestado su rechazo a la medida por el impacto económico que implicaría.
“Tendrías que contratar más personal o violarías leyes de horas extra”, advirtió Marcela López Huerta, representante de la Canacope-Servytur Córdoba, quien subrayó que sin subsidios o incentivos, la iniciativa podría tener efectos adversos como el aumento de la informalidad y la pérdida de empleos formales.
“Estamos a favor de mejorar las condiciones laborales, pero si se implementa de manera abrupta y sin apoyos, muchos negocios no podrán sostenerse”, señaló López Huerta, al hacer un llamado a las autoridades para que contemplen mecanismos de acompañamiento económico si la reducción de la jornada se aprueba.
El sector empresarial advierte que sin un plan integral que contemple subsidios y apoyos fiscales, la reducción horaria podría forzar a las micro y pequeñas empresas a operar en la ilegalidad o a cerrar sus puertas, dejando a más trabajadores sin empleo ni derechos.